El de casa, el de siempre.
David Ferrer dio a España el primer punto de la eliminatoria al imponerse a Novak Djokovic desplegando un gran tenis. El alicantino, que jugaba como local -la cita tiene como escenario la tierra batida de Benidorm- hizo buena la espera y da ventaja a España sobre Serbia (1-0) en los octavos de final de la Copa Davis 2009.
Salió el sol para que hubiera tenis y para que pudiéramos ver la victoria de David Ferrer, número dos del equipo español, ante Novak Djokovic, número uno del combinado serbio, por un marcador global de 6-3, 6-3 y 7-6(4) tras dos horas y cincuenta minutos de juego. Con esta victoria, la 'Armada' se apunta el primer punto de la eliminatoria y toma ventaja virtual en la búsqueda por el billete a los cuartos de final.
El de Jávea, ídolo local, no tardó en quitarse de encima los nervios propios del comienzo y rompió el servicio a Djokovic en el juego inaugural. Apenas se habían tanteado sobre la arcilla cuando Ferrer tomaba ventaja en el luminoso. Djokovic despertó a tiempo, tiró de servicio, se metió en la pista e igualó la contienda. Cuando peor parecía el de Jávea, aprovechó unos errores inoportunos del serbio (hasta tres dobles faltas en el mismo juego) para volver a romper a su rival y apuntarse la primera manga con un parcial de 6-3.
Djokovic estaba roto. No se había cumplido la hora de juego y el de Belgrado se vio con un 3-0 abajo en el segundo parcial con errores más propios de un 'Top-100'. Despertó, aunque fuera por momentos, el serbio, que recortó diferencias al apuntarse dos juegos seguidos. Con todo perdido soltó el brazo y eventualmente acertó con la estrategia. Sin embargo, las rachas, como el viento, son algo que cambian de dirección cuando menos te lo esperas y cuando parecía que Djokovic podía volver a meterse en el partido, hizo acopio de nuevo de errores clamorosos y desconcentración.
El serbio seguía 'ko' cuando Ferrer volvió a romperle el saque. El balcánico se jugó todo lo que llegaba a su lado de la pista y David mantenía la regularidad y la cabeza propia de un campeón. Sin embargo, la Copa Davis es una carrera de fondo y aquí se demostró una vez más. El serbio encadenó tres buenos puntos al resto y tres buenos servicios para pasar del 1-3 al 4-3 a su favor. A partir de enconces, vimos una serie de juegos fáciles al servicio, arma que el serbio, junto a sus subidas a la red y un gran revés, sacó a relucir. 'Nole' tuvo dos bolas de set en el duodécimo juego, pero David salvó la situación y forzó el tie-break. En la muerte súbita, Ferrer levantó un mini-break en contra y terminó por finiquitar el partido con un mini-parcial de 7-4.
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