domingo, 15 de marzo de 2009

REMONTADA EN EL CALDERON


El fútbol fue justo con el Atlético.


La verdad es que merece la pena pagar una entrada por ver al Atlético. El fútbol es espectáculo y para bien o para mal, con los rojiblancos está garantizado. Y si encima está por medio el Villarreal, el festival de goles está asegurado. En condiciones normales, los de Abel podían haber logrado la mayor goleada de la temporada, pero no habría sido lo típico del Atlético. Lo típico de los rojiblancos es ponerle emoción y sufrir hasta la extenuación para acabar con un estallido de gozo en uno de los partidos más apasionantes del año. Y todo el día en el que se jugaban subir al último tren hacia la Champions. Vaya día que eligieron.


El Atlético salió al tapete lanzado. Olvidada la polémica de la semana tanto por los jugadores como por los aficionados, los de Abel salieron enchufadísimos. A los dos minutos ya tenían la primera gran oportunidad. Agüero controlaba dentro del área y Eguren le hacía un penalti tan claro como tonto. Forlán lo lanzaba bien, pero Diego López comenzaba su exhibición con un paradón espectacular.


El Villareal no salía de su campo, pero en la primera que tuvo, la lió. Cazorla realizaba un cambio de juego que pillaba a todo el Atlético en campo contrario, Javi Venta entraba como un puñal por la derecha y servía raso al corazón del área para que Matías Fernández, que la ponía lejos del alcance de Leo Franco. El Calderón, animado hasta entonces, enmudecía.
Los atléticos acusaron unos segundos el golpe, momento que estuvo a punto de aprovechar 'Matigol' para hacer el segundo en la segunda salida ofensiva amarilla, pero el chileno se topó con el pie de Leo Franco en el mano a mano.


Fueron unos instantes de bajón porque el Atlético volvió a la carga para toparse una vez más con Diego López. Así, Raúl García lo intentó con un zurdazo desde la frontal que el meta repelió como pudo para dejarlo a los pies de Agüero, que remachó por bajo para encontrarse de nuevo con el portero, que pide a gritos la internacionalidad.
Y cuando no era el meta, fallaban los delanteros, en especial Forlán, que controló un balón en el área, pero se entretuvo lo justo para que Eguren llegara a tiempo de evitar un gol seguro, desviando el remate a bocajarro del uruguayo.
Peor no se pudo poner el partido para el Atlético al regresar de los vestuarios, ya que a los seis minutos Cani ponía el 0-2 en el marcador. Gran pared con Rossi y el maño batía con un sutil toque a Leo Franco. Todo parecía perdido para la parroquia rojiblanca.


Suerte para ellos que un minuto después Agüero encontró el premio que tanto habían buscado. Forlán, muy activo pese a sus fallos, soltó un trallazo con el interior que superó a Diego López, pero que se estrelló contra el palo y la espalda del meta, quedando franco para Agüero y Maxi. El 'Kun' empujó a puerta vacía y animó a una grada que ya miraba hacia abajo.


Diego López seguía a lo suyo y con otra palomita evitaba el empate ante un cabezazo de Forlán. Además, Iturralde ni quería mirar un claro empujón de Eguren sobre Agüero cuando éste intentaba controlar un esférico dentro del área. Los minutos pasaban y el empate no llegaba, así que el técnico local retiró a su lateral derecho, Heitinga, y dio entrada a Sinama Pongolle.
Los rojiblancos siguieron su acoso y derribo hasta que Diego López ya no pudo tapar más vías de agua. A los 80 minutos Raúl García puso un balón al segundo palo donde Maxi la bajó solo y se la puso en bandeja a Forlán, que, esta vez sí, batió con uno de sus obuses a media altura a un meta amarillo que ya no pudo más.


El castillo de naipes del Villarreal se vino abajo dos minutos después cuando otra oleada rojiblanca acabó en saque de esquina. Simao lo puso en el corazón del área y Antonio López, con la coronilla, desvió a la red pegado al palo. El Calderón se vino abajo para celebrar un triunfo que les acercaba al objetivo.


Sufriendo, muy al estilo atlético, el conjunto de Abel pone la lucha por la Champions al rojo vivo, con sólo dos puntos de ventaja para los castellonenses, pero con el 'goal-average' perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario