Es difícil comprender que una grada, la del fondo norte, que ha costado casi ocho millones de euros a las arcas municipales se haya construido sin que tenga siquiera una sola puerta de acceso y desalojo propia.
Los más fieles seguidores del conjunto blanquiverde tienen dos vías para entrar a su localidad y ninguna pertenece a la nueva construcción. Los aficionados de los sectores 4, 5 y 6 entran al estadio por la puerta B, que se construyó con la grada de preferencia. Por esta puerta se acumula la entrada de seguidores del fondo norte y preferencia, aunque cada uno tiene su bocana.
Una circunstancia curiosa se produce en la entrada de los seguidores del fondo norte que pertenecen a los sectores 1, 2 y 3. Estos utilizan como vía de acceso la puerta 2 del antiguo amurallado del estadio, ante la imposibilidad de acceder a su localidad por una puerta propia del nuevo fondo. El problema para ellos se produce a la salida del campo, ya que en la puerta 2 confluyen con los aficionados de tribuna y anfiteatro, que acceden por la puerta 1 (por la instalación de los tornos que exige la LFP) pero salen también por la 2. Esto motiva importantes aglomeraciones en el desalojo del estadio.
Otra de las «anomalías» es la curiosa forma en la que se ha dado solución a la ubicación de la entrada de vehículos al terreno de juego (imprescindible para el acceso al recinto de maquinaria para el tratamiento del césped, ambulancias, policía o bomberos en el caso de que fuera necesario). Ahora se puede usar la puerta maratón de las antiguas pistas de atletismo, que está ubicada en el fondo sur. Una vez que éste se encuentre en obras, la única vía para entrar al campo será un sistema hidráulico, instalado en el sector 1 del fondo norte, que eleva parte de la grada del fondo.
No habrá mayores inconvenientes en su uso si no se está disputando un partido, pero si hubiera un duelo en acción, sería necesario desalojar a las personas sentadas en esas localidades para que un vehículo pueda entrar al terreno de juego. El consejero de infraestructuras del Córdoba CF, Ernesto Hita, aunque alaba el proyecto en general, reconoce que «nos hubiera gustado que esta bocana fuera independiente y no por este sistema hidráulico».
Los accesos propios y el sistema hidráulico son cuestiones que no tienen solución a corto plazo, aunque hay otras en las que se está trabajando antes de que la grada (ya debidamente recepcionada por el Ayuntamiento) sea cedida (su uso) por el Instituto Municipal de Deportes al Córdoba CF.
Entre ellos, se encuentran casos anecdóticos como el arreglo de alguna puerta y sobre todo la sectorización del sistema eléctrico de los dos almacenes que hay bajo el fondo norte y de su cochera. El club pretende que se puedan encender por partes (para ahorrar energía y gasto) y que no se ilumine todo a la vez como está sucediendo.
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