El Barça cae con claridad frente a un equipo impecable.
El Tau, el mejor equipo europeo del momento, fue nítidamente superior con un magistral Rakocevic (27 puntos).
El mejor anotador de la Liga ACB, el serbio Igor Rakocevic, agarró la bandera del Tau en el Palacio de los Deportes, se salió en una actuación acorde a la categoría que atesora y, para orgullo y felicidad de su entrenador y de toda la afición alavesa, apuntilló al Barcelona como ejecutor de un magnífico despliegue de superioridad.
El técnico montenegrino Dusko Ivanovic abandonó el banquillo del Barcelona destituido antes de acabar la temporada la campaña pasada sin haber conseguido una sola muesca para el extenso palmarés que relata su camino como adiestrador -una extensión de los logros conseguidos como jugador-, pero ahora meneja la opción de agrandarlo gracias al tercer triunfo consecutivo del año sobre los azulgranas en el timón del Tau.
Ivanovic, al igual que el resto de entrenadores marcados con el sello VIP de la profesión, sabe que la palabra 'favoritò sólo esconde debates de barra cuando se aplica al mundo profesional. En la Ciudad Condal cargó con ese cartel por derecho propio sin ganarse el derecho a rotularlo en letras de caja alta. El paso adelante que distingue a los ganadores de los perdedores le dio la espalda en calidad de mariscal 'culé'. Circunsntancias del deporte y de la vida. Ivanovic ha acumulado méritos suficientes sobre el parqué para gozar del derecho a la duda, una prerrogativa que la exigencia de los dieciséis ruedas de la canasta raramente otorgan. En Vitoria, observaban los avatares del hombre que mejor ha sabido acoplarse a la particular personalidad del club vasco -junto al italiano Sergio Scariolo, ahora al timón de Khimki ruso y recién bautizado seleccionador nacional español-, frotándose las manos, en el buen sentido de la expresión.
El título de Liga alcanzado por el croata Neven Spahija en la proa de la formación alavesa supo a poco a la altamente exigente cúpula que marca la dirección en el Buesa Arena. Spahija firmó el campeonato nacional y reservó plaza de avión hacia Zagreb. El Tau ya tenía los papeles para repescar a Ivanovic en la notaría.
El montenegrino enterró al Barcelona en el primer choque de la temporada -semifinales de la Supercopa, primer título del curso, en Bilbao (73-70)- y también le tumbó en la Liga (70-74) a domicilio en la decimosexta jornada del torneo liguero. Dos victorias en dos asaltos. Pleno para el montenegrino y para el Tau. Nada extraño ni extraordinario en una temporada tan larga, cargada y repleta de ocasiones para que los grandes midan fuerzas, en especial, cuando se trata de conjuntos con sello ACB, mayoría también en la Euroliga. Las semifinales de la Copa, sin embargo, sacaban brillo al 2-0 y volvían a requerir al Barca para demostrar de lo que puede ser capaz cara a cara ante el principal competidor del curso 2008-09. Ivanovic y, por extensión el Tau, salieron triunfadores por tercera vez esta campaña. Aunque con una gran diferencia. Esta vez, en la Copa, en la antesala de un título cargado de prestigio, la hegemonia de los alaveses sobre el pasada más reciente de Ivanovic, alcanzó cotas inesperadas.
El Tau completó un trabajo impecable en la semifinal de Madrid. Y no sólo por el hecho de que el serbio Igor Rakocevic, máximo anotador de la Liga ACB, lustrase los números que plasman el excelente rendimiento que, noche tras noche, en España y por toda Europa, brinda en la capital de Alava. 'Rako' ganó el pulso personal con el enorme Juan Carlos Navarro. Un pequeño punto dentro de la inabarcable galaxia de opciones baloncestísticas manejadas en la semifinal del Palacio. El Tau aniquiló al Barcelona con un parcial de 4-24 entre el que, mediado el tercer periodo, presagiaba el desenlace (38-55). La semifinal estaba ya clara. El Barcelona sólo podía intentarlo y el Tau únicamente debía conservar el tesoro encontrado. Ambos interpretaron el papel y, como era de esperar, el conjunto baskonista remató la tarea.
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