Los ingenieros de F-1 piden a los pilotos que bajen de peso para equilibrar mejor los monoplazas.
Muchos pueden pensar que es debido a la crisis. O quienes han decidido gastarse casi tres millones de euros en un flamante Citation Mustang, como Nelsinho Piquet, toman la decisión de no despilfarrar en comida y ahorrar. Ni hablar. Los pilotos de F-1 llevan ya un montón de meses controlando sus comidas, Fernando Alonso se ha dado tremendas palizas en bicicleta en compañía del campeón olímpico Samuel Sánchez-- y bajando peso. Por orden de sus escuderías.
Las leyes de la F-1 han cambiado ligeramente este año. No solo en el aspecto de aerodinámica. También en el peso total, coche más piloto, que ha descendido hasta los 605 kilos. Con el problema añadido que, en esa cifra, está incluido el peso del nuevo y revolucionario artilugio, conocido como KERS (recuperador de energía), que pesa entre 25 y 40 kilos, lo que obliga a los pilotos a bajar su peso para compensar la colocación de ese aparato.
El diario finlandés Ilta Sanomat informaba ayer de un hecho casi histórico: Kimi Raikkonen, excampeón del mundo de F-1 y piloto de Ferrari, ha dejado "totalmente el alcohol y ha adelgazado varios kilos". La explicación es sencilla: más corpulento que su compañero Felipe Massa (70 kilos contra 59), el finlandés intenta facilitar a sus ingenieros de pista la posibilidad de distribuir adecuadamente los kilos de menos.
Y es que los corpulentos son los que peor lo pasan. Mark Webber, por ejemplo, con 1,85 metros de altura pesa 75 kilos, y no podrá hacer más, ni menos. "Mi tamaño me penalizará alguna décima de segundo por vuelta", reconoció el alemán. Nico Rosberg también critica las nuevas normas al señalar que "perjudica seriamente" a los más corpulentos.
Este es el recuperador de energía(Kers), que tiene la culpa de todo lo que están pasando los pilotos e las escuderías.
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