El Tau Vitoria, campeón de la Copa del Rey en la prórroga.
El Tau Vitoria se ha proclamado en Madrid campeón de la Copa del Rey de baloncesto, tras derrotar en la final al Unicaja por 100-98, tras una prórroga en la que el papel decisivo de Pete Mickael y una decisión cuestionable de Archibald en la última jugada del partido privaron al equipo malagueño de un título que persiguió con una remontada en los últimos minutos del tiempo reglamentario, liderada por Gomis.
La final se jugó a muerte desde el salto inicial y la primera parte, sin concesión alguna, fue un manual de cómo un equipo inventa formas de compremeter a su rival mientras este, un Tau de recursos ilimitados, ve y dobla cada apuesta. Contra la mordaza a Rakocevic en el primer tiempo (6 puntos) y la minimización de Splitter mediante la fortaleza en la zona de Ndong y Archibald, apareció Teletovic para sostener a su equipo desde la línea de tres puntos (6/12 para 20 puntos). La primera jugada del partido fue significativa: tapón de Archibald a Rakocevic. Unicaja defendía con fiereza, y ajustaba su ataque para potenciar sus virtudes. Baloncesto sencillo y bonito con más poder en la zona y algunas dificultades desde el exterior (5/23 en triples). Pero siempre, por mucho que apretaban los malagueños, encontraban al Tau, impasible, a la vuelta de cada esquina.
El Tau salió del vestuario con una cara más cercana a la mejor que puede ofrecer. Ivanovic llamó a filas a su defensa tras encajar 27 puntos en el segundo cuarto y Unicaja empezó a sufrir lo indecible para anotar. La circulación malagueña se colapsó y la selección de tiro se descompuso. Los vitorianos, mientras, metían más ritmo al ataque y bombardeaban desde la línea de tres (Vidal, Rakocevic, Teletovic...).
A cara o cruz, la final fue para el Tau, a la postre más equipo pero obligado a sufrir hasta el último segundo de la prórroga pese a un tirón que amenazó con ser decisivo (77-69). En una batalla ya con las defensas a todo trapo, Gomis lideró a Unicaja en los minutos de cuchillos largos. Con 87-85 y ya en el último minuto, Vidal falló los dos primeros tiros libres de un Tau que acumulaba 18/18 hasta entonces. Después Gomis, otra vez, empató y forzó una falta que eliminaba a Splitter y le daba la opción de dar la Copa a su equipo. Pero falló el adicional igual que falló Teletovic un triple sobre la bocina y la final, que había estado tan cerca de Vitoria como de Málaga, se marchó a la prórroga.
Con empate a 98, Mickeal anotó con su defensa encima y, en el último ataque, taponó el triple de Berni tras una jugada mal conducida por Cook. Unicaja se atascó en la última acción, con bola para empatar o ganar, pero dejó una excepcional imagen. Imposible ponerle las cosas más difíciles a este Tau extraordinario, esta vez con Teletovic primero y Mickeal después como estiletes. Un gran equipo que necesitaba para confirmarse ganar este título y hacerlo, además, en un excelente partido de baloncesto, cargado de belleza y emoción. Gran partido, gran final, gran Unicaja y extraordinario Tau a lo largo de todo el fin de semana.
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